Convocatoria a dosier de documentos: “Las conmemoraciones musicales de los cincuenta años del golpe de Estado”. Este dossier, convocado por el grupo "50 años" del Núcleo Milenio Culturas Musicales y Sonoras (CMUS), busca comprender cómo los chilenos del presente interpretan los eventos de hace medio siglo, destacando conmemoraciones con música, músicos y análisis con enfoque de género. Plazo de envío: 2 de diciembre de 2024; fecha de publicación estimada: diciembre de 2025. Para más información, revisar el siguiente enlace.
Nuestra convocatoria para otros textos que no postulen al dosier se encuentra abierta todo el año, sin límite de plazo.
El presente artículo tiene como objetivo abordar el concepto de world music (música del mundo) y sus puntos de contacto con el campo cultural chileno. El documento examina el significado del concepto, definiéndolo como un dispositivo de representación poscolonial que distingue entre las músicas occidentales y no occidentales, construyendo una narrativa jerárquica que subordina y exotiza a las últimas. Al mismo tiempo, la categoría puede ser apropiada y resignificada por los sujetos colonizados por medio de obras híbridas que representan sus identidades en el discurso musical occidental. La investigación introduce el concepto de voz colonial, que articula los procesos de exotización y representación operativos en la world music. Basándose en literatura especializada y el análisis musical de ejemplos seleccionados, el artículo identifica tres momentos de contacto de la world music en Chile. En el primero, entre las décadas de 1950 y 1970, la música tradicional y popular chilena fue registrada por proyectos etnográficos y discográficos europeos animados por el desarrollo embrionario de una narrativa musical occidental de alcance global. En una segunda etapa, entre las décadas de 1980 y 1990, algunos artistas chilenos comenzaron a utilizar estratégicamente elementos musicales circulan- tes en la world music como referencia para enriquecer su vocabulario artístico. Finalmente, desde los 2000 hasta la actualidad, la categoría de world music se consolidó por medio de sellos discográficos y festivales locales, recibiéndose en forma activa y crítica para caracterizar las músicas de las Otredades presentes en el país. El artículo concluye con una síntesis interpretativa y ofrece algunas reflexiones acerca de nuevas preguntas de investigación, relevantes para el estudio académico y el desarrollo de políticas públicas al respecto.